No debía haber un final de cuento de hadas al final de la carrera de Rafael Nadal, pero no lo necesitó, y los fanáticos españoles lo confirmaron en Málaga cuando se confirmó su retiro.

 

 

La eliminación de España de la final de la Copa Davis tras una derrota por 2-1 en cuartos de final contra Holanda rompió la burbuja de optimismo en torno al último torneo de Nadal.

 

Sin embargo, la despedida brindada a la leyenda ganadora de 22 Grand Slam por la Federación Internacional de Tenis y su comité organizador de la Copa Davis proporcionó un recuerdo final apropiado.

 

Los grandes rivales de Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic, no estuvieron presentes en su despedida por razones logísticas, pero ambos contribuyeron a un emotivo vídeo que se mostró ante una multitud llorosa.

 

El gran futbolista David Beckham también contribuyó al video homenaje, con Nadal pronunciando un emotivo discurso antes de revelar cómo le gustaría ser recordado.

 

“Mucha gente trabaja duro. Mucha gente da lo mejor de sí cada día. Yo he tenido mucha suerte”, dijo entre lágrimas Nadal mientras se dirigía al público.

 

Los títulos, los números están ahí, pero como más me gustaría que me recordaran es como una buena persona de un pequeño pueblo de Mallorca.

 

“Yo era solo un niño que perseguía sus sueños y trabajaba tan duro como podía para llegar a donde estoy hoy. Logré mis sueños y más de lo que jamás imaginé”.

 

 

Las escenas en Málaga se produjeron después de que Nadal perdiera su último partido individual por 6-4, 6-4 contra Botic van de Zandschulp, con Carlos Alcaraz dando esperanza a España con una victoria por 7-6 (0), 6-3 contra Tallon Griekspoor.

 

Fue un falso amanecer para España, ya que su eliminación se confirmó después de que Van de Zandschulp y Wesley Koolhof vencieran a Carlos Alcaraz y Marcel Granollers en el dobles decisivo contra

 

“Por supuesto que ha sido un día emotivo, nervios ante lo que puede ser mi último partido individual”, afirmó Nadal

 

“Sentir el himno nacional por última vez como un profesional ha sido muy especial. Y luego, por supuesto, un poco de sentimientos encontrados hacen que las cosas sean un poco más difíciles.

 

“Pero eso es todo. Salimos a la cancha. Vivimos ese momento. Traté de hacerlo lo mejor posible. Traté de, al mismo tiempo, mantenerme lo más positivo posible en cada momento, de jugar con la energía adecuada. No fue suficiente. Felicitaciones a Botic. Eso es todo. Él fue mejor que yo”.

 

Cuando se le preguntó si debería haber jugado en individuales por primera vez en un entorno competitivo desde los Juegos Olímpicos de París el verano pasado, Nadal admitió que tenía sus propias dudas sobre saltar a la cancha.

 

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“Por supuesto, no ha sido una decisión fácil para el capitán, pero al final, realmente creo que David puso en el campo al jugador que siente que tenía más posibilidades de ganar”, reflexionó Nadal.

“Porque le doy, desde el principio, el mensaje de que no tiene por qué sentir ninguna presión para ponerme, sinceramente, y yo no estaba seguro de jugar. Incluso le doy más chances de poner a Roberto en el campo que a mí durante toda la semana.

 

“Probablemente al ver eso hoy, la decisión de ponerme en la cancha como segundo jugador no funcionó”.

 

Con una sonrisa, Nadal reflexionó sobre su primer y último partido en la Copa Davis que terminaron en derrota y agregó: “En cierto modo, tal vez sea bueno si ese fue mi último partido. Perdí mi primer partido en la Copa Davis y perdí mi último. Así cerramos el círculo”.

 

Nadal ha insinuado que aún podría tener un último evento de despedida para poner punto final a su carrera, que podría ser donde Djokovic, Federer, Andu Murray y algunos más puedan rendirle homenaje en persona.

 

Sin embargo, el mundo del tenis ha visto a Nadal jugar su último partido de tenis competitivo y para aquellos de nosotros que tuvimos el privilegio de haber estado en el viaje con él durante las últimas dos décadas, fue difícil no sentir una sensación de pérdida cuando salió de la cancha por última vez.

 

Los recuerdos que deja Nadal vivirán por siempre y lo único que queda decir es: Vamos Rafa.