Rafa Nadal presidió la ceremonia de graduación de la Rafa Nadal Academy by Movistar en su Manacor natal, acompañado por su entrenador, Carlos Moyá, y su esposa, Mery Perelló. Con una sonrisa constante, felicitó a los 54 alumnos que finalizaban su etapa en la escuela y ofreció un motivador discurso sobre el legado personal y profesional.
Durante su charla, Nadal recordó una conversación significativa con su amigo y rival Roger Federer en un viaje a los Dolomitas italianos. “Tanto Roger como yo coincidimos en algo importante: ¿Cómo queremos que se nos recuerde dentro de unos años?”, reflexionó. “Está bien que reconozcan nuestros éxitos y récords, pero eso es pasajero. Lo que permanece en el recuerdo es lo que realmente importa. Nos gustaría ser recordados como buenas personas”.
Nadal subrayó la importancia de los valores en la vida y en el deporte. “Vivimos en una sociedad que destaca el qué y el ahora, pero yo quiero resaltar el cómo. Ahora empezáis una nueva etapa, y es clave que analicéis lo que queréis ser y los valores en los que queréis inspiraros”, dijo.
Animó a los graduados a reflexionar sobre cómo les gustaría ser recordados por sus compañeros y amigos. “Podríais intentar ser influencers, pero prefiero el término referentes. Que quienes estén a vuestro lado os vean como alguien a imitar por vuestros valores. No hace falta establecer objetivos a largo plazo; cada día es importante. Haced que cada día cuente en vuestras vidas”, añadió.
Al finalizar, Nadal mencionó que Carlos Moyá fue un referente en su carrera y expresó su agradecimiento por su presencia en la ceremonia. También recordó la famosa frase olímpica: “más rápido, más alto, más fuerte”, instando a los graduados a esforzarse por ser la mejor versión de sí mismos.
Este discurso se produjo en un año olímpico, donde Nadal ha sido preseleccionado para representar a España en los Juegos Olímpicos de París, junto a destacados jugadores como Carlos Alcaraz y Pablo Carreño. El seleccionador español, David Ferrer, confirmó que Nadal y Alcaraz jugarán juntos en París, siempre que no surjan imprevistos.